viernes, 1 de noviembre de 2013

SIEMPRE HAY UNA RESPUESTA PARA TI... EN LA PALABRA DE DIOS.

Luis era un muchacho joven muy interesante. Tenía veinte años y todavía estaba dolido por haber terminado la relación con su novia. .. Mientras conversábamos me dijo que había hecho un compromiso con Dios cuando era joven pero no lo estaba cumpliendo como debería. No podía ir a la iglesia los domingos por los horarios de su trabajo.
Le pregunte si tenia una Biblia, a lo que respondió que si. Luego le pregunte si tenia tiempo para leer mientras trabajaba. Me explico que leer era una de las únicas cosas que hacia en el trabajo y me señalaba las revistas de Rolling Stone, People y Spin apiladas en su escritorio. Entonces le dije que si traía su Biblia al trabajo y leía tan solo tres capítulos y medio por día podría leer la Biblia en un año. Apartar de quince a treinta minutos diarios es todo lo que hace falta para poder leer la Palabra de Dios en un año. Me dijo que lo haría.
Cuando lo volví a encontrar me contesto que si la estaba leyendo cada noche. ¡En la primera noche había leído veintidós capítulos! Me contó que desde la segunda noche que había leído la Biblia, había dejado de tener pensamientos de celos acerca de su novia.
Sea cual sea la situación en la que te encuentres, la Palabra de Dios tiene la respuesta. Segunda de Timoteo 3:16-17 explica: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Qué privilegio es que “PODEMOS” leer la Palabra de Dios.

(Adaptado de “Lo único que no podrás hacer en el cielo” de Mark Cahill)


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