Entonces Jesús explicó:
—Mi alimento consiste en hacer la voluntad de Dios, quien me envió, y
en terminar su obra. Ustedes conocen el dicho: “Hay cuatro meses entre
la siembra y la cosecha”, pero yo les digo: despierten y miren a su
alrededor, los campos ya están listos[f] para la cosecha. A los
segadores se les paga un buen salario, y los frutos que cosechan son
personas que pasan a tener la vida eterna. ¡Qué alegría le espera tanto
al que siembra como al que cosecha! Ya saben el dicho: “Uno siembra y
otro cosecha”, y es cierto. Yo los envié a ustedes a cosechar donde no
sembraron; otros ya habían hecho el trabajo, y ahora a ustedes les toca
levantar la cosecha. (Juan 4:34-38 NTV)
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