Se llama la oración de la serenidad. Existen
varias versiones surgidas de adaptaciones hechas en distintas oportunidades y
lugares del mundo.
Se las comparto.
“Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo
cambiar, el valor
para cambiar las cosas que si puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un
día a la vez, disfrutando un
momento a la vez; aceptando la
dificultad como un camino hacia la paz; tomando, como Jesús lo hizo, este mundo
pecador tal cual es, y no como me gustaría que fuera; creyendo
que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad;
para que sea razonablemente feliz en esta
vida e increíblemente feliz Contigo en la eternidad. Amen.”
Que Dios les bendiga grandemente.
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