Una
vez un pequeño niño encontró unas tijeras muy filosas y se puso a jugar y
a correr con ellas. Cuando se las querián sacar el niño corría para
escaparse y todos temían que se lastimara. En eso llego su hermana con
una naranja enorme y jugosa y le dijo:
–Si me das las tijeras yo te doy la naranja-
Al instante el niño le dio las tijeras y se fue contento con su naranja.
Dios a veces actua de la
misma manera con nosotros. Nos saca tijeras y nos da naranjas. Nos saca
lo que puede lastimarnos o no será de bendición para nosotros y nos da
algo mejor.
Un antiguo predicador decía: Dios nos saca madera y nos
da bronce, nos saca bronce y nos da hierro, nos saca hierro y nos da
plata, nos saca plata y nos da oro.
Cuando Dios te saca algo o te priva de algo, es porque tiene otra cosa mucho mejor para vos.
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