“Prepara tus labores fuera, y disponlas en tus campos, y después edificarás tu casa.”
Proverbios 24:27
Siempre se nos ha enseñado que tener la casa propia era prioridad en la vida, porque al lograrlo conseguiríamos seguridad para nuestra familia.
Como muchos han experimentado, al buscar su casa, han invertido todo lo que tenían para conseguirlo. Algunos hasta han invertido su tiempo futuro al contraer una hipoteca con la cual consiguieron comprar la propiedad.
El tema es que muchos de los que tienen sus casas hoy, tienen juntamente con ella, la dificultad de mantenerla. Sus ingresos apenas les permiten pagar los gastos y pasan necesidades financieras, limitaciones para poder dar para al Señor, y todo lo que usted sabe: no salen de vacaciones, se privan de tener un auto, de mandar a sus hijos a un mejor colegio, de practicar algún deporte, de renovar su guardarropa etc. Todo esto porque no tienen una entrada de dinero suficiente que se los permita hacer. Y ¿por qué? Porque creyeron que tener la casa era una inversión, un activo, algo que no es así. Una verdadera inversión produce ganancias y una casa hay que mantenerla, hay que poner dinero constantemente para poder seguir teniéndola. No me malentienda, tener la casa es bueno, pero a lo que quiero llegar es que Dios aconseja que prioricemos nuestras inversiones, todo lo que pueda darnos ganancia, por ejemplo, un negocio propio, y ese negocio nos proveerá para comprar la casa y poder mantenerla sin ningún problema. Si usted está a punto de casarse o tiene hijos, déle este consejo. Primero los negocios, luego la casa. Así se evitará muchos dolores de cabezas futuros.
Oración: Padre, dame la sabiduría para poder invertir y vivir en libertad financiera. Tú mismo dices que al que le falte sabiduría la pida, yo te la pido y te doy gracias. En el nombre de Jesús. Amén.
Pastor Juan O. Crudo
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