“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” No hay otro mandamiento más importante que éstos.” Marcos 12:30-31 (NVI)
Ayer hablamos sobre el primero de los cinco factores que influyen en tu identidad. Todos hemos sido hechos maravillosamente complejos y llenos de defectos, pero hasta que nos aceptamos como somos — incluyendo nuestros defectos — no podemos hacer los cambios en nuestras vidas que traerán consigo la verdadera transformación.
El segundo factor que influye en tu identidad son tus conexiones. Tus conexiones te dan tu identidad, significado y propósito en la vida. Si creciste con relaciones disfuncionales, entonces cuestionas tu propósito y luchas con tu identidad.
Jesús dijo que lo más importante que debemos hacer es amar a Dios y amar a otras personas (Marcos 12:30-31). La vida no es acerca de tus logros o adquisiciones, tu popularidad o prestigio. Es acerca de cómo amas.
Hay tres problemas que te alejan de amar de acuerdo a la intención de Dios:
- Todos somos imperfectos. No hay ninguna relación perfecta porque no hay personas perfectas.
- El pecado nos desconecta. Adán y Eva tuvieron la primera relación rota, se desconectaron de Dios y del uno al otro. Nosotros mismos nos hemos estado disculpando y acusando a las personas que amamos desde entonces.
- Entre más desconectados estamos, más temerosos nos volvemos. Anhelamos la intimidad, pero tememos la vulnerabilidad. Anhelamos la aceptación, pero tememos el rechazo.
Puedes no haber tenido nada que ver con las cartas que te tocaron en vida. Pero Dios envió a Su hijo como tu Salvador para transformar tus cartas en una mano ganadora. No importa qué conexiones has hecho en la vida, serás responsable de lo que hagas con tus conexiones.
¿Dejarás que Dios afecte tus conexiones? ¿Le confiarás tu futuro a pesar de un pasado difícil? ¿Quieres nutrir, proteger y construir relaciones para que Dios sea glorificado en tu vida?
Hoy decide construir relaciones sanas y no dolorosas con la ayuda de Dios.
Reflexiona Sobre Esto
- ¿En qué relaciones necesitas invertir más tiempo o más del amor de Cristo?
- ¿Cómo logras "amar a tu prójimo como a ti mismo"?
- ¿Qué haces con tus parientes difíciles, compañeros de trabajo, o una relación rota?
No hay comentarios:
Publicar un comentario